La gigantesca huella de carbono de un camarón: Pérdidas de carbono por la deforestación de manglares
Número de estudio
88
Autor
J. Boone Kauffman, Virni B. Arifanti, Humberto Hernández Trejo, María Del Carmen Jesús García, Jennifer Norfolk, Miguel Cifuentes, Deddy Hadriyanto, Daniel Murdiyarso
Abstracto
Los científicos tienen la difícil tarea de transmitir claramente al público las consecuencias ecológicas de la pérdida de bosques y humedales. Para abordar este desafío, reducimos las emisiones de carbono atmosférico derivadas de la deforestación de manglares al nivel de un consumidor individual. Este tipo de cuantificación representa la “huella de carbono del uso de la tierra”, o la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) generados cuando los ecosistemas naturales se convierten para producir materias primas. Sobre la base de mediciones de las reservas de carbono de los ecosistemas de 30 bosques de manglares relativamente intactos y 21 estanques de camarones o pastos para ganado adyacentes, determinamos que la conversión de los manglares produce emisiones de GEI que oscilan entre 1067 y 3003 megagramos de dióxido de carbono equivalente (CO2e) por hectárea. Hay una huella de carbono por el uso de la tierra de 1440 kg CO2e por cada kilogramo de carne de vacuno y 1603 kg CO2e por cada kilogramo de camarón producido en tierras anteriormente ocupadas por manglares. Una cena típica de cóctel de carne y camarones cargaría la atmósfera con 816 kg de CO2e. Esta es aproximadamente la misma cantidad de GEI que se producen al conducir un automóvil de bajo consumo de combustible desde Los Ángeles a la ciudad de Nueva York. No incluir la deforestación en las evaluaciones del ciclo de vida subestima en gran medida las emisiones de GEI procedentes de la producción de alimentos.
Principales resultados y conclusiones
- Los manglares están en declive en todo el mundo y especialmente en el sudeste asiático, y la conversión a estanques de peces y camarones representa la principal causa de degradación de los manglares en esta región.
- “Ellos (los manglares) están desapareciendo a un ritmo de aproximadamente 1% por año, con estimaciones regionales como las del Sudeste Asiático de entre 2 y 8% por año” (p. 1).
- La conversión de manglares en estanques de camarones o pastos para ganado tiene un impacto significativo en las reservas de carbono de esa región.
- “Las reservas del ecosistema C de los bosques de manglares oscilaron entre 269 y 1663 megagramos de carbono por hectárea, con una media de 858 megagramos de carbono por hectárea” (p. 3).
- “Dentro de los bosques de manglares que se están convirtiendo en estanques de camarones o pastos para ganado, los árboles se cortan y queman o se retiran físicamente del sitio, dejando a menudo sólo tocones o unos pocos trozos grandes de madera muerta (Figura 1b). Como resultado de este proceso de conversión, la reserva de C aéreo en los estanques de camarón es, en promedio, 91% menor que la de los bosques de manglares no perturbados (Figura 2). Además, hubo pérdidas significativas de C del suelo asociadas con la conversión. La reserva media de C subterráneo de los estanques de camarones contenía 352 megagramos de carbono por hectárea, lo que sugiere que 54% de las reservas subterráneas de C (que consisten en suelos y raíces) se pierden mediante la conversión” (p. 3).
- La deforestación de manglares es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de GEI, ya que representa 10% de las emisiones de toda la deforestación a nivel mundial, mientras que representa solo 0,6% de la superficie terrestre de los bosques tropicales.
- “Nuestras medidas de pérdida, junto con la cobertura global de manglares (13,7–15,3 Mha) y las tasas de deforestación de 1–2% arrojan una estimación media de 0,12 Pg C año-1 de la deforestación de manglares. Esto equivale a 12% de las emisiones totales de toda la deforestación tropical (Baccini et al. 2012) y 10% de toda la deforestación. Estas emisiones de carbono derivadas de la deforestación de los manglares provienen de un área que es ≤0,6% de la superficie terrestre ocupada por bosques tropicales” (p. 3)
- Los pastos para ganado y los estanques de camarones también emiten gases de efecto invernadero, con una huella considerable en el uso de la tierra.
- “Según nuestros cálculos, cada kilogramo de carne producida en pastos que han reemplazado a los bosques tropicales tiene una huella de uso de la tierra de 348 kg CO2e” (p. 4)
- “Por cada kilogramo de camarón producido se emiten en promedio 1603 kg de CO2e. El rango entre nuestros sitios fue de 1437 kg CO2e por kilogramo de camarón producido en Honduras a 4045 kg CO2e por kilogramo producido en República Dominicana” (p. 4)
- En términos de una sola comida, dos personas que pidieran cada una una comida que consistiera en 100 gramos de camarones y 454 gramos de carne de res generarían 816 kg de CO2e. La huella de carbono de ambas cenas equivale a la combustión de 182 galones de gasolina de un automóvil normal.
- “Conducir un automóvil moderadamente eficiente en combustible a través de los EE. UU. (desde Los Ángeles, CA, hasta Nueva York, NY) y viceversa tendría una huella de carbono menor que la de estas dos comidas” (p. 5).